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«Tres días de enero» y otros poemas

Tres días de enero

me desnudé frente a ti como suelo hacerlo frente al espejo.
con calma y quietud, pero con un deseo enorme de que sonrieras,
de que te gustara lo que veías.
me desnudé frente a ti y eso me hizo feliz,
decirte que a veces estaba bien o estaba mal,
llorarte a través del celular,
contarte por qué era así y por qué jamás sería de otro modo,
escucharte reír cuando nos veíamos
y que supieras lo mucho que me encantaba verte.
confesarte aquella noche que tenía miedo y sentir como tomabas mi mano.
que nos perdiéramos en el mar y que en el fondo te encantara verme así,
gritándole a la nada.
abrazarte cuando estabas distraído y sacarte fotos cuando mirabas al cielo. mostrarte lo que llevaba dentro y que no podía sanar,
que dolía demasiado, sobre todo en verano.
me desnudé frente a ti,
y creo que nunca lo entendiste del todo.

 

11, 20, 10

los días así pienso en esas cosas,
ya sabes, esas cosas.
aquello que jamás se olvida,
las horas que no se borran,
las palabras que se adhieren a la piel, que caen en el papel,
la ropa que llevaba puesta, la posición del sol,
el olor al mar, a tu habitación, a la noche.
la textura del pantalón, el dolor de los pies,
la arena mojada, la brisa de playa, la música fuerte,
los anillos en mis manos, lo que traía en mi mochila,
el libro que aún no había terminado.
pienso en la forma en que todos me tocaban las manos,
las sonrisas que me dedicaban, las personas que solo pasaban;
pienso en el frío y el calor, y en esa sensación en el estómago,
aquello que te da coraje, o por lo menos pretendes que sea así.
las palabras que dices antes de que todo pase,
de lo que te ríes antes de que todo termine,
los ojos curiosos o somnolientos,
o los ojos que no ven, porque todo está oscuro, porque ya es madrugada.
la sensación de eternidad, de que el tiempo se detenga.
las ganas locas de un beso más.
solo uno más.
antes de que el sol salga,
antes de que el auto pase,
antes de que yo me vaya.

 

Amárrame 

te sonrío como si fuera la primera vez que nos vemos, sabes como suele ser mi sonrisa, sabes como me derrito antes la forma en que me miras,
cada extremo, cada superficie,
cada centímetro de mi piel,
mis caderas, mis costados,
mis adentro, mis afuera,
mis pensamientos, incluso los que oculto al mundo.
me conoces tan bien.
nos conocemos tan bien que lo único que puedo decirte no puede ser pronunciado,
escandalizaría al planeta entero.
esta noche me siento extraña,
tengo un cosquilleo en el estomago,
quiero amarte, decirte que me tomes,
que me lleves al lugar en donde siempre nos juntamos, nos complementamos.
detenme, mantenme, junto a tu pecho,
ahí donde mi cuerpo se moldea a la perfección,
sonríeme como sueles hacer,
déjame lanzarte un beso, déjame darte todo.
amárrame, de cualquier forma posible.
pero no me hagas daño.

 

Nos queremos bien

en las curvas de mi memoria,
como mil ideas que aun no nacen, como mil ideas que no terminan,
encuentro los mensajes, las señales.
las recojo, acomodo un par, oculto otras,
bailo entre ellas, porque son lo único que queda,
las acaricio como si fueran mi propia piel
nos reímos juntas,
nos queremos bien.

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