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¿Hasta dónde llega la influencia cultural? Un extracto sobre la mutilación femenina

Aclaración: con el presente texto no planeo informarte académicamente sobre la mutilación femenina ni instruirte en el tema, solo tiene como fin presentar una problemática y opinar acerca de ello.  Toda la información que sale aquí fue extraída por distintos medios de internet.

Cuando escucho la palabra Cultura se me viene a la cabeza muchos colores, inclusive olores y sabores.  Para mi la cultura es algo que está a mi alrededor, está presente en mi día a día: son las caras que miro en la calle, es la celebración, son las telas, las películas de mi infancia, es la comida que tengo en mi plato y es la música que pone mi mamá en la radio.   La cultura siempre me mostró su cara más amable, haciéndose presente en momentos de alegría y fiesta, como puede ser las fiestas patrias.   Pero, ¿qué sucede cuando es el caso contrario, cuando la cultura muestra su peor cara?   Me considero una persona privilegiada al momento de comentar lo que es para mi la cultura, ya que, para otras personas la cultura de una sociedad o de sus propias familias, son las causantes de una gran cicatriz en sus corazones. 

“Me mutilaron cuando tenía 5 años más o menos. Cuando llegó el gran día, me dijeron que me iban a purificar y yo estaba muy feliz” este es el comienzo del crudo testimonio de Asha Ismail, defensora de los derechos humanos y una gran activista contra la mutilación femenina.  En su testimonio, narra los hechos de su propia mutilación a manos de su madre y de su abuela, un hecho traumático que le dejó secuelas hasta el día de hoy.   La cultura de la mutilación femenina está presente en muchos lugares del mundo, como pueden ser comunidades de la India, Indonesia, Malaysia, Pakistán y Sri Lanka.  Esta es la peor cara de la cultura. 

¿Qué es la mutilación femenina?

La ONU la define como mutilación genital femenina (MGF) que comprende todos los procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos. Se hace con la creencia de que garantiza el futuro matrimonio de las niñas y el honor de sus familias, ya que, haciendo este procedimiento aseguran la pureza en las criaturas. Algunas personas asocian este tipo de práctica con creencias religiosas, pero no existen textos religiosos que lo avalen, por lo que se asume que es meramente cultural. Esta práctica es considerada una violación a los derechos de las niñas y de las mujeres, y al ser realizada normalmente a niñas menores de 18 años, también es una violación a los derechos del niño. 

Aunque esta costumbre es repudiada por distintas organizaciones sociales y de salud, aún sigue afectando a niñas en todo el mundo. la ONU estima que entre 100 y 400 millones de niñas han sido sometidas a las primeras 3 etapas de mutilación femenina. 

Distintos testimonios de mujeres que soportaron este martirio, indican que es un momento definitorio en sus vidas, ya que no solo es un momento traumático, sino, que tiene secuelas que le duraran el resto de su existencia, tales como perder sensibilidad en la zona, no tener libido, dolor extremo al momento de tener la menstruacion y/o relaciones sexuales, y daño irreparable en la zona al momento de dar a luz a una criatura.  

Esta práctica me hace pensar en cómo la cultura puede llegar a ser mucho más que comida o música, llega ser inclusive parte de las decisiones de las personas que hacen este tipo de tradiciones. Sin siquiera ponerse en duda, lo hacen sin plantearse si es sano para el cuerpo de su hija -en el caso de la mutilación femenina- pero este tipo de influencia cultural no solo se encuentra en las pequeñas aldeas en algún rincón de África, sino también en la misma Europa o inclusive, en América.  Si buscamos en Google “Labioplastia”, encontrarás que es un procedimiento que se hace en todas partes del mundo, en clínicas, con anestesia local y es un procedimiento donde el médico corta los labios menores y sutura los bordes de los labios vaginales, normalmente por estética.  ¿Está bien porque sucede en Europa, en una clínica y no en un pueblo de gente que no fue a la escuela? 

La influencia cultural puede ser peligrosa, pero solo es dañina cuando se deja serlo, como cuando no ponemos en duda tradiciones de muchísimos años, como por ejemplo, en el norte de áfrica se realiza la tradición “Leblouh” que consiste en engordar de manera violenta a las niñas a partir de los 5 años hasta el día de su matrimonio, en Kirguistán donde los hombres cuando eligen esposa, la secuestran y se casan con ellas o en India, donde las mujeres son enviadas fueras de sus casas a una casonas al momento de llegar su menstruación.   Todas estas tradiciones se enfocan en la pureza de las niñas, de cómo prepararlas para el matrimonio y el control de sus cuerpos.

La mutilación femenina tiene detrás a mujeres fuertes y determinadas en que sus hijas y sus nietas no pasen por lo mismo que ellas pasaron, niegan esta tradición que ha estado tan arraigada en su cultura, han sido insultadas y amenazadas, poniendo en duda su pureza y por lo tanto el respeto hacia a ellas, pero lo que me llevo de estas grandes mujeres, es el poder de poner en duda lo que siempre estuvo ahí. y tú, ¿Qué cambiarías de tus tradiciones?

Kathia Gonzalez

Nacida en Valparaíso en 1998, es la directora y fundadora de Diversas desde el año 2020 y actualmente estudia periodismo en la Universidad de Playa Ancha. También ha trabajado en la revista de literatura y fotografía Phantasma.cl. Ganó la convocatoria de Perfeccionamiento Artístico impulsada por Balmaceda Arte Joven en 2021 y ha participado en diversos cursos de escritura creativa y crítica, incluyendo Maña, BAJ, entre otros.
kagonzalezc98@gmail.com

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