La cantautora lanzó “De canciones tristes y otras sutilezas”, marcando su madurez musical desde su disco debut.
La pandemia, el encierro y el distanciamiento se ha llevado mucho más de lo que nos gustaría asumir. Entre ellas podría barajar el amor. Un proceso tan natural en la vida de las personas y que ha trascendido desde que existe memoria, pero el confinamiento terminó por acelerar o quebrar procesos interpersonales.
¿Cuántas canciones se han escrito sobre el desamor y la ruptura? Millones, ¿pero cuántas quedan grabadas en el alma, por la cercanía, por la voz, por sus asertivas letras o la mezcla de todo lo anterior? Hay un disco, que se estuvo trabajando y refinando desde noviembre del 2020 hasta el final del 2021. Un LP que se podría encasillar en el indie folk, pero se nutre mucho y muy bien del bossa-nova y el bolero de antaño. Sin más dilación, De canciones tristes y otras sutilizas, lanzado el 13 de enero del presente año por Rosario Alfonso, quien nos dio una entrevista para Revista Diversas.
Bandcamp // Spotify // YouTube Music // Tidal
Nacida en Viña del Mar, viviendo en Quinteros hasta los cuatros años y luego mudándose con mamá y papá a La Serena por temas laborales, Rosario Alfonso tuvo sus primeros acercamientos a la música desde dos frentes.
“Me acuerdo de que mamá siempre puso música en la casa. Los casetes de Manuel Serrat, cosas por el estilo, bossa-nova; pero también en el colegio ya estando en La Serena, me eligieron en kínder para cantar en el coro del colegio. Era como el semillero del coro y estuve toda mi educación cantando en el colegio”, declara la compositora.
“Mi papá tiene ahora 78 años. Entonces como que su background de música no era como los clásicos de los papás de mi generación, como tipo rock argentino y cosas así, sino que era más antiguo: Boleros, bossa, cosas más antiguas. Creo que de ahí vino ese gustito por la música y que tiene muchas referencias con la música que estoy haciendo con ese background latinoamericano”. Entre les artistas que destaca están Maria Creuza o Los Panchos. Clásicos, aunque también tuvo su paso por el jazz además del pop que estaba en tendencia por esa época, como Britney Spears, Beyoncé o Jamiroquai.
Su disco debut Lo Primero, fue lanzado el 27 de noviembre del 2018 bajo el sello Uva Robot, con las participaciones de Diego Lorenzini y Niña Tormenta. Rosario nos cuenta que su primer acercamiento con el sello fue cuando conoció a Diego mientras estudiaba Arte en la Universidad Católica. Él era ayudante de escultura y ambes estaban interesades en la música, haciendo buenas migas. Por ese entonces Lorenzini se encontraba armando lo que hoy conocemos como Uva Robot.
“Le escribí un mail. Le dije: “Oye Diego, tengo esta canción, no quiero que se pierda, sería bacán si tú la grabas”. Él me dijo «Está bacán, hazle una segunda parte», porque no era nada la canción todavía. Entonces la grabamos y ese fue Un pasito despacito, que es la versión que está en Bandcamp. La grabamos en un taller de arte y la cuestión era como una sala vacía, gigante, era básicamente una sala de reverb. Por eso está como toda mojada la canción, porque la grabamos con una tascam y quedó así no más”.
Llega el 2019 con una pandemia azotando el mundo que nos obligó a encerrarnos, a mirarnos las caras por una pantalla, a perder el contacto físico. Durante ese tiempo Rosario tomó las riendas de canciones que estaban a medias y otras finalizadas pero que les faltaban pulimiento. Se puso de acuerdo con su productor y sacaron Amado mío. Luego postularon al FONDART, ganaron el concurso y el nuevo proyecto de la cantautora fue tomando forma. El proceso fue distinto al disco anterior. Lo primero fue grabado en vivo junto a La Matiné de Uva Robot. De Canciones Tristes y Otras Sutilezas fue un trabajo solitario, pero con colaboraciones.
“Si hubo amigos que me ayudaron, como por ejemplo Gonzalo Molina que tocó el contrabajo, la Alfonsina que cantó en una canción, tocó cello en otra y así tuve varios amigos invitados en distintas cosas, pero básicamente todas las estructuras de las canciones, las de esqueleto y todo lo que pude grabar yo, lo grabé yo”, declara la cantautora.
Un trabajo donde experimentó, armó sus propias maquetas y aprendió a usar programas de sonido: “Un mundo que no conocía y que también es como gigante y muy entretenido”.
El resultado es un compendio de diez canciones que gozan de una asombrosa instrumentalización, la voz de Rosario domina cada canción y hasta el más mínimo susurro no desentona con la composición en general y, como siempre me gusta escuchar, hay un crecimiento palpable con respeto a Lo Primero. Hay una madurez musical y, como ella misma define, se ha empoderado como cantante, tomando decisiones de forma más consciente.
Incluso tomando en cuenta Chamullento, que está construido junto a un beat producido por Yaima Cat y suena algo distinto a las otras nueve canciones, no desentona y es una experiencia más que divertida por la dinámica que se da con Benjamín Walker: “El Benja es una persona muy entretenida para invitar hacer cosas, porque es super motivado y yo le propuse esta canción -con esta temática. Básicamente, que él fuera el chamullento de la canción, le encantó y se la jugó, creo que es muy divertida” confiesa sonriente Rosario.
En torno a la temática, qué mejor que la definición de la misma artista:
“Es para mí un poco la experiencia que he vivido últimamente y es lo que te quiero contar de lo que he aprendido de eso. Es un disco post-ruptura amorosa, esa es la temática, así que todas las canciones están relacionadas de alguna forma. Si bien Negación está claro que es sobre eso, hay otras que son por ejemplo Alcohuaz, son como espacios de respiro dentro de un proceso que es largo, como sanarse después de una ruptura amorosa”.
Aparte de este lanzamiento recomiendo Lo Primero (Bandcamp, Spotify, Apple Music, Deezer, YouTube Music), su primer single Amor mío (Bandcamp) y Un día lo encontré (Bandcamp) con Niña Tormenta.
De canciones tristes y otras sutilezas es un candidato a los grandes lanzamientos de este año a nivel nacional. Por lo menos, por su temática y por experiencias no tan lejanas, me ha calado hondo y escuchar a Rosario Alfonso es revivir esas sensaciones, no cayendo en la angustia, sino sentirte acompañado por escuchar la experiencia de otra persona a través de un medio tan hermoso como la música.