Año: 2016-2019.
País de origen: Reino Unido.
Director: Phoebe Waller-Bridge, Harry Bradbeer, Tim Kirkby.
Elenco: Phoebe Waller-Bridge, Sian Clifford, Olivia Colman, Andrew Scott, Brett Gelman
Guionistas: Phoebe Waller-Bridge
Género: Comedia.
Distribuidora: Amazon Prime, BBC.
Duración: 27 minutos.
Premios: 6 Emmys, 2 Globos de Oro.
Configurada en un principio como una serie con única temporada, Fleabag es el grito de descarga de una generación adicta al sexo, el cinísmo y propensa al fracaso. Phoebe Waller-Bridge (protagonista, guionista, directora y creadora de la serie) introduce a una mujer sin nombre que podría ser perfectamente tú o una amiga -o tu alter ego- pero desde una visión realista y graciosa de los desastres a los que podemos llegar por cumplir a los demás. Claramente, esto no pasa y Waller-Bridge nos enseña que está bien ser un asco, si por eso vives bajo tus reglas.
Es una serie de mujeres para mujeres.
La primera temporada ahonda lentamente en sus fracasos: su madrastra la odia, no tiene amigos, dirige un café nada exitoso y está al borde de la bancarrota. Mientras que, en la segunda temporada, nuestra protagonista explota porque literalmente, se enamora de un sacerdote católico -representado por el magnífico, Andrew Scott-. Todo, rompiendo con la cuarta pared logrando hacernos cómplices de sus pensamientos, ya sean incómodos o no. Se nos habla directamente, generando complicidad con sus pensamientos. Un recurso que ya pudimos ver en series tan variadas, de Malcolm in the Middle a House of Cards.
¿Somos malas feministas?
Ambientada en el Londres-feminista-progresista, la protagonista y su relación con los hombres es compleja, pero no por eso duda en traicionar a sus cercanas si con eso puede satisfacer sus deseos.
«Tengo la horrible sensación de que soy una mujer codiciosa, pervertida, egoísta, apática, cínica, depravada, moralmente arruinada, que ni siquiera puede llamarse feminista» (Fleabag, temporada 1, ep.1)
Los hombres solo existen para encuentros casuales y que ayuden en la limpieza del hogar -cada vez que su departamento está sucio, rompe con el novio para que limpie-. No es que sean personajes estorbos en la trama, en realidad son trascendentales en la vida de la protagonista. La historia entre ella y su ex novio ,(Hugh Skinner) demuestra que puede amar verdaderamente pero a su vez resalta la nula capacidad de demostrarlo. Posiblemente en su psiquis, los hombres solo están configurados por un tiempo limitado y no gustan de ella, incluso su padre (Bill Paterson) no soporta 2 minutos con ella. Más intenta demostrar episodio por episodio que esto no es así, que ella no es así.
«Las mujeres nacen con dolor incorporado. Es nuestro destino físico. Dolores menstruales, de senos, de parto, ya sabes. Lo llevamos dentro de nosotras mismas a lo largo de nuestras vidas. Los hombres no. Tienen que buscarlo». (Fleabag, temporada 2, ep. 3)
Las únicas mujeres que se relacionan con fleabag son su seria y conservadora hermana Claire (Sian Clifford) y la mascota de su mejor amiga, una conejillo de indias llamada Hillary. Si bien, su relación con las mujeres es mucho mejor no está exenta de fallas. La situación compleja de su mejor amiga (Jenny Rainsford) la marcó durante toda la serie, indicándonos que fue el gran amor de su vida, pero también que hasta en eso, fleabag estuvo implicada.
Es una historia de amor. La protagonista parece querer encajar en algo que no es lo suyo y se cuestiona qué está mal con ella. De esta manera, Fleabag, puede parecer un relato depresivo pero no es más que la exposición de que de los fracasos se aprende, pero no por eso debes dejar de lado parte de ti. A todas luces, Fleabag, es icónica por lo rupturista, en la manera de presentar a las mujeres que de una u otra forma, que desean, viven y lloran, sobre todo que se les entienda.