Pacto de fuga, es una película chilena que está inspirada en el escape carcelario ocurrido el 30 de enero de 1990 en la Cárcel Pública de Santiago, conocido como la “operación éxito”. En esta cárcel había una serie de presos políticos pertenecientes al Frente Patriótico Manuel Rodriguez, los cuales se encontraban cumpliendo condena por acciones armadas ocurridas durante la Dictadura, incluyendo a los condenados a muerte por el atentado contra Pinochet. El estreno estaba programado para el 24 de octubre de 2019, pero debido al estallido social del país, se movió el estreno para el 23 de enero de 2020.
En cuanto hablamos del cine chileno, tendemos a pensar en películas cuyas expectativas hay que bajar. Esto debido a los déficit en los guiones, las producciones con falta de nivel y las historias vacías, esto como una especie de endofobia (por endofobia se entiende el desprecio a la propia cultura) a la industria cinematográfica chilena. Las películas sobre la dictadura no son una trama nueva, pero este film en específico posee una visión más enfocada y clara.
La obra dirigida por David Albala, tiene un claro contexto político social, sin embargo, a excepción de otros film de esta trama, los personajes están tan bien llevados que no se pierden en el contexto, y a su vez están equilibrados de modo que los personajes están al nivel de los hechos. Son personajes muy humanos, que nos muestran el miedo y las preocupaciones por las que pasan al seguir sus ideales bajo la dictadura, poseen un trasfondo que nos hace meternos en la trama de forma más fluida.
No hay una caracterización de los personajes, se le da el mismo peso interpretativo a los presos políticos, al fiscal, los familiares como a los gendarmes, los malos no son simplemente “fachos”, cada personaje está tan bien desarrollado por los distintos actores que uno entiende lo que hay detrás. OJO! aunque obviamente, no estemos de acuerdo con la violencia impartida por los “perros” del ejército, sus acciones para ellos mismos es una justificación, no es malo porque sí, también tiene sus ideales, y eso le da al film un nivel más verosímil, lo que provoca que nos metamos de una forma menos forzada a la realidad que nos expone la película y que podamos asimilar esta película ambientada en la dictadura con nuestros tiempos.
No es difícil empatizar con lo ocurrido en la película, ya que desde octubre del 2019 – e incluso mucho antes- seguimos teniendo presos políticos, personas que por estar contra la corriente han llegado tras las rejas, ¿Por qué alguien no piensa como yo debo encerrarlo? Diferencias de ideales, de valores, de opiniones se ven constantemente en nuestra vida, se hacen más evidentes después de todo el estallido que desembocó por ejemplo en el plebiscito para cambiar la constitución. En estos momentos preliminares a este hito en la historia chilena, estamos ante la misma línea de pensamiento que nos muestran nuestros protagonistas, estamos luchando por nuestras convicciones.
Oscar Lira, interpretado por Diego Ruiz, al conversar con su hermano dice lo siguiente: “son mis principios los que me trajeron acá, y son los tuyos los que te tienen allá afuera”, lo cual es muy interesante para meditar, ¿Dónde me llevaran mis ideales y convicciones? ¿Me quedaré en la comodidad o lucharé por un cambio sin importar lo que venga? si yo estoy cómodo con la situación actual, ¿Por qué no puedo luchar por el otro, y por la dignidad de todos?
Pacto de fuga, una película chilena ambientada en época de la dictadura, pero que sin embargo somos capaces de asimilar ciertos aspectos a nuestra realidad. A pesar de ser en su mayoría ajenos al periodo (ya que muchos no lo vivimos de primera mano) estamos ante la misma situación, avanzar o estancarse. Pero hoy la decisión es meramente nuestra.