I
Apareciste en una cruz
con tus piernas cruzadas
te miré
mientras mi abuela
entre su pecho y ropa
te guardaba.
En la televisión opaca
De la estantería gris
el sufrimiento era artificial
pero mis ojos
medían el dolor.
En las noches
cuando la mano de mi abuela
tocaba mi frente
llamándote
yo me ahogaba.
Cuando cerraba la puerta
tu cuerpo era de aire
y las llagas de tus manos
me miraban.
Y esa herida estaba en mis sueños
Como una gota de sangre
cegando mi pupila
Hasta solo poder ver
El peso de la sombra.
Las mañanas de los domingos
Eran nervios en la guata
Mis abuelos pensaban
Que todo estaba bien
Pero mis piernas,
detenidas,
Decían lo contrario.
II
Dibujo la lluvia como ramitas en el aire
El señor del chaleco café
me dice
no te distraigas
dibuja.
Y dibujo el paraguas transparente
dibujo esa casa asimétrica,
Un escenario
Un foco de teatro
que da luz opaca.
Me levanto del asiento,
voy a la ventana,
dejo mi cara en el papel.
El grafito,
ensucia mis manos
ensucia mis ojos.
Me agarran del brazo
La profesora,
me deja en una esquina oscura,
mirando mis pensamientos.
Escucha
me dijo
y yo escuché atentamente,
pero no entendí nada.
Dibujé líneas verticales y onduladas,
Inventé óvalos que tragaban letras
transformé los números en animales
les puse nombre,
los adopté con ternura,
y la goma de la profesora,
borró nuestra amistad.
No quise dibujar, no quise escuchar,
no quise nada
quise estar solo en el pasillo,
apoyando la espalda
en el barandal del segundo piso.
Polillas
Sus alas no avisan,
Sus días de vida son la noche,
De las cortinas caen como costras,
al tacto del suelo nacen
se revuelcan en la luz.
Unas manos de la misma corta vida,
Las atrapan.
En una habitación con casilleros y cotonas,
las guardan en un frasquito de salsa de tomate.
Les ponen nombre,
las hacen volar en la cancha del colegio,
los más miedosos las usan como amuletos
para espantar al demonio y a las monjas.
Algunos traviesos las ponen en las bandejas del almuerzo,
Los más crueles las ahogan en la leche de la mañana
Y los más compasivos,
como Dios,
les quitan un ala
y luego las botan al pasto.