Hija es el primer largometraje de la directora temucana María Paz Gonzaléz (Lina de Lima, 2019). Estrenada nacionalmente el año 2011 en el Festival internacional de documentales de santiago (FIDOCS) y posteriormente tendría su estreno internacional el 2012 en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI).
La ópera prima de la directora nos abre la puerta hacia su vida íntima, a sus preocupaciones familiares más delicadas; Hija nos cuenta la historia de la misma Maria Paz Gonzalez y su Madre, con quien decide emprender un viaje en búsqueda de esas verdades que se van ocultando y desapareciendo en las familias. La cinta trata sobre una hija su progenitora buscando a sus respectivos padres, La mayor por un lado fue dada en adopción de manera poco regulada por otra parte María Paz fue criada por una madre soltera, nunca conoció a su padre. ¿Quién es? ¿Dónde vive? ¿Qué hace? ¿Cómo luce? preguntas que probablemente se hacían las dos.
Hija es un documental con el que en sudamérica y sobre todo en chile es muy fácil sentirse identificadx, la historia de la madre soltera se viene repitiendo hace mucho tiempo, de la misma manera el concepto “Huacho” hasta hace poco se seguía utilizando para llamar a las o los hijos sin padres o madres. Por esta misma razón apenas comienza el relato nos adentramos con mucha facilidad. una cineasta primeriza intentando filmar su primer largometraje, vemos a su progenitora un poco incómoda con las cámaras, con el equipo técnico, con las dinámicas que plantea María Paz, etc. Cuando los personajes comienzan su viaje, nos subimos con ellas, en el asiento de atrás, mirando el paisaje, los atardeceres, los baldíos, los campos, y lentamente vamos descubriendo la razón de este viaje, al mismo tiempo que la madre de María Paz se va soltando cada vez más a la idea de abrir su intimidad al lente de su hija.
A nivel técnico hay varias aproximaciones sumamente interesantes. La fotografía estuvo a cargo de David Bravo, probablemente uno de los directores de fotografía más importantes de nuestro país. Bravo traía consigo una filmografía envidiable, habiendo trabajado en una cantidad bastante importante de largometrajes, el primero fue «Coronación», el clásico de Silvio Caiozzi. De esta forma Bravo trae a la ópera prima de Gonzalez un ojo entrenado pero fresco, no es una tarea sencilla el filmar una Road Movie en un país como el nuestro, Sin embargo el lente del director logra captar postales increíbles que escapan a lo que uno podría esperar en un documental, nos sentimos uno más en ese equipo técnico, nos sentimos uno más dentro del auto, escuchando las charlas entre Maria Paz y su copiloto. El uso de teleobjetivos para trabajar en la no ficción es siempre una buena herramienta, podemos ver a los personajes y darles espacio al mismo tiempo, dejarlos interactuar de manera natural, ya no actúan, son ellas mismas.
Hay una escena que resume realmente bien el eje central de la película, y el mensaje a transmitir, estamos dentro de una cafetería, vemos una mesa, está vacía… de pronto suena la voz de Maria Paz leyendo la escena y como ella pensaba que iba a suceder. Se suponía que se reuniera con su padre, que hablaran, aunque sea de manera incómoda. Esta sería la primera vez que tendría la oportunidad de hablar con él de manera tendida, tendría la oportunidad de darle respuesta a todas las preguntas e inquietudes que pudiera tener, pero el papel lo aguanta todo, y esa mesa seguiría vacía.
Hija se hace cargo de una temática súper importante y vigente, a pesar de que tiene más de 10 años. Pero decir que esta cinta es la historia de una hija buscando a su padres es solo la superficie de una historia que nos entrega múltiples lecturas. Lo que buscamos puede no ser lo que necesitamos realmente. Es lindo ver la transformación que sufren los dos personajes, la forma en la que el viaje (físico y emocional) las trastoca y las cambia para siempre. Sin dudas este documental es un gran acierto dentro del panorama cinematográfico nacional, una obra que te va a estremecer hasta los huesos y te dejará pensando por harto rato. Como decía anteriormente, las cosas pueden no resultar como uno espera cuando se trata de relaciones humanas, y quizás al final del día está bien.
Es curioso pensar en ambos personajes como las hijas de sus propias historias, ambas buscan con sus propias expectativas, ambas se toman de formas distintas cada paso que avanzan y cada paso que retroceden. Sea como sea el viaje que recorren las dos es importante, incluso cuando el lugar de llegada es incierto.