Estás en el año 2022 y te encuentras a punto de escuchar el nuevo álbum de Beyoncé llamado Renaissance.
“Act i: Renaissance” aparece en tu pantalla, posteriormente la canción I’M THAT GIRL comienza a sonar y te envuelve en un ritmo disco. La música despierta en ti un empoderamiento propio pero sientes que las letras están dirigidas a sentimientos compartidos. Así comienza este álbum sobre identidad, comunidad, lugares seguros, sexo e intimidad, convirtiéndolo en un disco donde la vivencia personal se puede convertir en un discurso político.
Hoy en D-interés, te presento un álbum repleto de tributos y letras potentes, pensadas para que el que escuche pueda atribuirse el sonido y las letras para convertirlo en un canto propio.
Te doy la bienvenida a este tu espacio D-interés, un rincón del internet donde puedes encontrar cosas para ver, escuchar y sentir.
EL COMIENZO
La creación de este álbum comenzó en el año 2020, en plena pandemia mundial. Beyoncé señaló en algunas entrevistas que la situación global la llenaba de incertidumbre: desde la duda profunda sobre qué iba a pasar en el mundo de la música hasta llegar a lo personal, tal como estar alejada de sus seres queridos durante mucho tiempo. Aprovechó este tiempo de encierro para volver a renacer personal y musicalmente, y transformó este momento difícil en un pedazo de arte. Renaissance contiene en su mayoría ritmos R&B/Soul, como casi toda la discografía de Queen-B, pero esta vez invita a participar a muchas manos para armar, con pedazos de ideas de distintos productores y artistas, un collage gigante de Diversas miradas que terminó siendo un álbum lleno de dedicatorias. El disco está repleto de guiños a la comunidad LGBT+, de cartas de amor y respeto a personas que ya no están en la tierra, tributos a artistas, a personas, a iconos y por sobre todo, es un himno hacia el amor y al empoderamiento.
El disco se convirtió, en palabras de Beyoncé: “En un espacio donde pude ser valiente en un momento de mucho miedo, mi intención fue crear un espacio seguro, un lugar sin prejuicios, un lugar donde se puede ser perfeccionista y sobre pensar libremente. Un lugar donde se pueda gritar, soltar, sentirse libre”
UNCLE JONNY MAKE MY DRESS
La esencia de este álbum tiene un tono familiar. Beyoncé dedicó Renaissance a sus hijos, Blue Ivy y los mellizos Rumi y Sir, a su esposo, el también artista, Jay Z y a su tío Jonny. Este último tiene mucho protagonismo dentro de este álbum, convirtiéndose en el espíritu quien inspiró todo, pero ¿Quién era él? Jonny, quien en realidad era su primo no su tío, ayudó a criar a Beyoncé y a su hermana, se convirtió en su consejero, en su lugar seguro y Beyoncé declaró que él fue quien la impulsó al mundo de la música. Jonny era un hombre homosexual, quien durante los años posteriores terminaría muriendo de VIH. Beyoncé, cuando aceptó su premio Vanguardia en los GLAAD Media Awards del 2019, habló abiertamente sobre este tema tan personal: «Vivió según su verdad. Fue valiente y no se disculpó en ningún momento en este país que no lo aceptaba. Ser testigo de su batalla contra el VIH fue una de las experiencias más dolorosas que he vivido. Tengo la esperanza de que sus luchas sirvan para abrir caminos para que otros jóvenes vivan más libremente. Los derechos LGBTQI son derechos humanos”
YOU DON’T BREAK MY SOUL
El álbum completo se encuentra lleno de discursos, distintos pero con algo en común: la libertad.
I’M THAT GIRL, COZY, ALIEN SUPERSTAR y CUFF IT son las primeras canciones que nos dan la bienvenida en el disco. Estas melodías empoderan, engloban la imagen de Beyoncé en una mujer segura, que sabe cuánto vale, que está segura de su cuerpo, se siente cómoda y que tiene el poder de hacer lo que a ella se le plazca. Al mismo tiempo de que Beyoncé está hablando de sí misma, surge una situación paralela, ella no solo canta para que tu tengas claro qué tipo de mujer ella es (eso ya lo sabemos), sino, sin darte cuenta, cuando entonas estas letras, eres tu el que lo está diciendo también: eres tú el que se siente comodx, poderosx, segurx de ti mismx y, asi de fácil, lo conviertes en un canto propio sin siquiera pensarlo tanto. Beyoncé te trasmite su seguridad, te transmite su amor propio, para que tú también lo puedas vivir con libertad.
Las siguientes canciones ENERGY, BREAK MY SOUL, CHURCH GIRL, PLASTIC OFF THE SOFA, VIRGO’S GROOVE y MOVE te transportan a un Ballroom, en un salón lleno de gente vestida extravagante bailando Vogue y dándolo todo, es un carnaval, una explosión de colores. Donde lo único que te dice Beyoncé es: BAILA LIBREMENTE. Las canciones más lentas, te llevan a los rincones de esta fiesta, donde el amor y la pasión se hacen presentes, te lleva a ese lugar íntimo y oscuro, donde los amores fugaces (o duraderos) nacen.
Las últimas canciones que lo siguen HEATED, THIQUE, ALL UP IN YOUR MIND, AMERICA HAS A PROBLEM, PURE/HONEY Y SUMMER RENAISSANCE ejemplifican este renacer personal de Beyoncé. Nos adentra en su diálogo interno, un diálogo sano que entiende que puedes estar cansada, que te hace cuestionar cosas, que te recuerda qué tipo de mujer eres, creando en ti una libertad con tus sentires, te invita a que los escuches y los hagas propios, ser realmente tú en todos los sentidos.
Es un álbum espejo, puedes reflejarte en él, verte en las letras o quizás, ver a la persona que quieres ser. Es una celebración al poder propio, al amor y a la vida.
Beyoncé una vez más demuestra con este álbum la dedicación profunda que le da a su trabajo, este álbum es el fiel reflejo de eso. La forma en que está armada cada canción, las letras, esta mezcla de distintos sonidos, la mano de distintos productores y los homenajes brindados, muestra un trabajo complejo pero que te deja una sensación de satisfacción a todo lo que te entrega.
Este álbum puede tener distintas interpretaciones, pero de lo que estoy segura es que algo se moverá dentro de ti. Te invito a escuchar la lista de YouTube que la misma Queen-B subió en su canal, donde puedes encontrar el álbum completo aquí en este link.
