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Especial año nuevo: Diez discos que nos dejó el 2021

Un año más que se nos va con una pandemia encima. Tal vez no tan desoladora como la del 2020, porque al menos podemos vacunarnos, pero sigue habiendo ese halo de anormalidad, de ver caras por la calle con mascarillas y aforos reducidos.

También fue un año marcado por unas nuevas elecciones políticas y una Constitución que se comienza a escribir en pos de dejar atrás fantasmas y demonios del pasado, espero que sin olvidarlos o si no volverán aparecer bajo nuevas caretas.

Para la música, como cualquier otro arte, no está ajena a estos cambios y turbulencias que remueven al espectro mundial. Este especial más que ranquear o catalogar cuáles fueron los mejores discos o los que más me gustaron de este año, he preferido destacar diez obras sonoras que por su contexto o contenido encuentro que valen la pena de revisar. Fórmulas antiguas y re exploradas, nuevos sonidos o voces que emergen en una industria tan masiva esta.

El presente listado no está ordenado por nota, es una carta de despedida para el 2021, con todo lo bueno y malo que tuvo. Llevo un par de semanas escribiendo para Diversas y espero que sea por mucho tiempo más, y espero que tú, quien estás leyendo esto ahora, vuelvas seguido a leer lo que escriben mis compañeras y yo. Gracias.

Floating Points – Promises

Partamos por lo abstracto. Floating Points es un proyecto musical que nació por ahí el 2009 en Londres, explorando dos subgéneros que no son tan comunes para el mercado en general. El Third Stream es una mezcla entre el jazz y la música clásica occidental, en la cual predomina la improvisación sobre todos los elementos, y el Post-Minimalism -cómo reza el nombre- subsiste a base de arreglos musicales mínimos y notas que no están interesadas en la complejidad.

Estos elementos, crean un sonido atmosférico, meditativo e hipnótico. Es un viaje por un océano calmo de sonidos, dejándote llevar en un bote que está a cargo de Floating Points junto al mítico Pharoah Sanders -uno de los maestros del spiritual jazz contemporáneo – y la Orquesta Sinfónica de Londres.

Una experiencia perfecta para encerrarse en el dormitorio y olvidar por unos minutos la vorágine de los estudios, el trabajo y el estrés.

Hiperlaxo – SUR

Los chicos de Hiperlaxo aparecieron en mi radar a fines de año y para sorpresa mía ya tenían un disco en su haber. La agrupación logra crear una atmosfera y un símil sonoro que puede recordar a paisajes sureños de Chile. En un disco, que podríamos encasillar entre el hip hop experimental y el hip hop abstracto, el grupete construye una producción musicalización e instrumentalización preciosa. 

A pesar de que nunca le haré asco al beat clásico del hip hop, ver producciones de esta magnitud y ese cariño que queda patente en la construcción sonora es hermoso de escuchar. No es para menos, Pablo Padilla (teclado y voz secundaria), Moisés Orellana (trombón), Bejamin Superby (saxofón tenor), Carlos Ordenes (bajo), Carlos Valeria (batería) y Rodrigo Castro (voz principal y trompeta) son magos a la hora de construir tres canciones muy sólidas.

Lingua Ignota – SINNER GET READY

Seguimos con subgéneros algo raros, pero les prometo que si le dan una oportunidad a lo mejor se llevan una grata sorpresa. Lingua Ignota viene trabajando en el darkwave neoclásico desde 2017 y su último disco, SINNER GET READY, demuestra su currículo.

En su álbum, y en el género en general, se inspira en la música clásica occidental y la mezcla con una atmósfera melancólica y oscura. Recordará ambientes sonoros de películas sobre la Edad Media u obras de teatro inspiradas en dicha época.

La gracia de Lingua, es que reinterpreta varios cánones cristianos y del coro de iglesia. En sus propias palabras: “No encuentro a Dios en el propio país de Dios, en el que encuentro traición y abandono, miedo y soledad, juicio”. Significa la muerte de una ilusión, la promesa de una tierra prometida que nunca existió y que sólo sirvió de prisión para los cuerpos femeninos. Su mística lírica sumado a su producción musical, nos regala una experiencia catártica, oscura y desoladora, pero necesaria reflexión.

Ataquemos – No sé, amor

Querer porque nos llena el corazoncito, amar por dejarse llevar por el amor. Ataquemos fue un proyecto que casi paso por alto y gracias al universo me lo pillé en un foro gringo (Si, hay foros gringos donde también se habla de música chilena). 

Biográficamente no sé nada, si es solo Fabián o es una agrupación, pero sé que vienen de La Serena. 

Para mí, lo importante en No sé, amor es su tratamiento en el indie folk. Las tonadas de guitarra son bellísimas, no podría decir que exageran en complejidad, pero dentro de esos atisbos de sencillez hay una luz que encanta al oído.

Recuerda mucho cuando alguien sacaba la guitarra y se ponía a tocar en el parque o en una casa. Sumado lo anterior a las letras increíblemente melosas, pero no molestas, podemos sentir la esencia del querer, de ese proceso cuando te empieza a gustar alguien o esos momentos que unen a personas, instancias que permiten mostrar nuestras vulnerabilidades a otres, porque existe una entrega o un valor que nace de relaciones interpersonales.

En pocas palabras, el repertorio me recuerda a los momentos de enamoramiento, un sentimiento que aún resguardo en mi pecho y No sé, amor es un repaso por ese flujo de emociones. Una pequeña joyita escondida en la industria.

Taylor Swift – Red

A lo mejor era obvio que este disco iba a estar acá, pero tal vez también sea una interrogante para algunxs. A decir verdad, Red debe ser el tercer disco de Swift que escucho en mi vida, y es el que más me ha gustado. Hay una producción cuidadosa por detrás y un arsenal potente que no decanta, un desafío a tomar en cuenta la duración total de todo el álbum.

Sin embargo, Red (Taylor’s Version) también significa un pie de guerra y por eso quise destacarla en este 2021. Una afrenta a la industria musical que por muchos frentes es abusiva, en las cuales varixs artistas no tienen poder real sobre sus obras y también deben sufrir censuras o recortes para que el contenido sea “comercialmente” aceptable.

Los discos de Taylor’s Version son un golpe sobre la mesa y un llamado, para la artista y sus pares en la música, a reconquistar su arte, y no temer a expresar o componer sólo porque hay un productor o manager, que está más preocupado de los números que la esencia artística de la obra.

Para serles sincero, siempre voy a valorar un pie de guerra desde lxs artistas, así que Taylor, muchas gracias.

Princesa Alba – Besitos, cuídate

No me voy alargar porque es mejor hacerlo en un texto exclusivo para ella, pero Princesa Alba logró consolidar un largo camino de singles y EP’s -con todo lo bueno y malo que conlleva ese trayecto-, y un lanzar un disco que sirva como una demostración de lo mencionado.

Además de erigirse como una nueva promesa del pop chileno y tener letras que parecen ser un mensaje directo de principios (y a veces indirecto a cierta persona), la producción ha llegado a un nivel consistente y de muchas maneras me pone contento.

Porque de forma directa e indirecta, he seguido la carrera de Princesa Alba desde su My Only One, y el crecimiento es latente, tanto de sus canciones a sus videoclips. Mi único símil es cuando creces viendo una serie, te acompañan, te sientes parte de esa historia, y creo que con la Princesa le pasa a varixs lo mismo.

Nala Sinephro – Space 1.8

Para que no me digan que no tengo para todos los gustos. No me gusta leer o escuchar que ciertos géneros están muriendo. Primero, porque se obvia el esfuerzo de cientos de artistas que siguen experimentando y esforzándose en la escena, y segundo, siempre hay joyitas con la cantidad de lanzamientos que hay al año, es sólo cuestión de darse el tiempo y buscar un poquito más.

Siendo directo, Nala es seca, pero sequísima en el jazz. La oriunda de Bélgica nos trae su álbum debut Space 1.8 (Un disco, ocho canciones, sutil), una obra que oscila entre el Nu Jazz y el Avant-Garde Jazz.

La primera rama utiliza la música electrónica, pero inspirándose en estructuras o sonidos que recuerdan al jazz de toda la vida y la segunda quiere romper con todos los límites impuestos. Es por eso que a veces suena algo caótico, más desordenado, pero en esa vorágine puedes hallar un faro que te guie en la experiencia. 

Nala Sinephro, anoten ese nombre y estén pendientes a lo que nos traiga.

Phuyu y la Fantasma – Anticuecas subterráneas

Hay un arte interesante en tomar las raíces, tradiciones y reinterpretar bajo tu mirada o nuestro contexto. ¿Si tomamos la cueca y las mezclamos con rock? No me sorprendería si me quisieran mandar a la cresta, pero existe y el resultado es curioso.

Phuyu y la Fantasma toma la estructura que tiene la cueca, un estilo y una estructura muy reconocida, y la mezclan con el math rock, un subgénero mucho más enfocado patrones rítmicos complejos, acordes angulares y estructuras melódicas, de ahí el nombre de “matemático”. 

Pues estos elementos sumados a la base de la cueca crean una reinterpretación de la misma, con nuevas líricas y otra apreciación de un género que se considera nacional (no olvidar que existen otras expresiones musicales y de danza a lo largo del país).

Un nuevo sabor a una receta vieja, de esta forma podría resumir las Anticuecas subterráneas y suenan bastante bien.

L’ Rain – Fatigue

La música evoluciona constantemente y, como en el resto de la era digital, cada vez esos cambios son más frecuentes. ¿Cómo reinventarse o crear cuando al parecer todo ya está creado? Ahí nacen los prefijos “Neo” que recientemente acompañan a varios géneros conocidos.

L’ Rain, toma el soul y la psicodelia y lo mezcla con su vida, y no de forma metafórica, hay atisbos en el disco donde se mezclan grabaciones caseras. Toda su obra es un tagadá, sin saber a dónde irá, por dónde tirará ahora, qué sonido te va a presentar.

Lo único seguro es su bella voz y entonación, sumado a una producción musical que encanta. Psicodélica, atmosférica y vanguardista, eso es L’Rain e insisto que esta descripción queda chica para su talento.

Dolor & Los Tunantes – …Esas mutancias

Si llegaste hasta acá, primero muchas gracias por llegar tan lejos, pero debo serte sincero, esta elección es un capricho. Genuinamente me gusta este disco, sigo a Dolorio desde el primer EP, pero es la primera vez que me siento parte de su “mundo”.

Su mundo sonoro, ese ambiente ruidoso, esas saturaciones, esa actitud descontenta y las ganas de gritar. A veces, para conectar, sólo hay que reflejarse en alguna letra o meramente en una actitud. 

Pues me conecta. Esa esencia o aire medio punketa, aunque en verdad responde más al post-punk, las canciones algo oscuras pero rítmicas, a veces rayando en lo maniaco e incluso encontrando puntos álgidos en lo que no está afinado. Para mi sigue siendo un buen paso para la banda y una demostración de su crecimiento, algo parecido con el caso de Princesa Alba

No les hará ningún daño escucharlos. 

Francisco Reyes

Periodista. Nace en Isla de Maipo en 1997. Trabajó en Revista Artishock, Fundación Santiago OFF y Los Ojos de Chile. Actualmente colaborador de Diversas y encargado de prensa de La Trama Compañía.
Ganó la convocatoria de "Perfeccionamiento artístico de Balmaceda Arte y Joven y mención honorifica en los Premios de Periodismo de Excelencia 2019.
freyes@diversas.cl

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